sábado, 27 de agosto de 2011

Coincidencias: Lluvia


Creo que así fue como llegamos a este punto. Te lo aseguraría pero debes tener otra visión al respecto sobre cómo sucedió. No sé, a la gente seguramente le parece que estamos actuando un libreto, que ensayamos para una obra escrita por un dramaturgo de esos que fuman puros, usan bufandas todo el tiempo y se tiran a sus actrices principales a cambio de actuar un temporada en un teatro comunitario; nuestra historia es improvisada y libre.

En realidad importa un carajo la gente estando en este punto -y desde siempre- porque el tiempo nos ha dejado marcas -juntos y por separado- que podemos mostrar con orgullo. No ha sido fácil sanar algunas veces, pero ha valido la pena.

Recuerdo ese verano. La gente ya no se sorprendía tanto al ver cómo comenzaba a llover después de una tarde calurosa, tampoco de una mañana fría en verano; pero todavía no se acostumbraban a ello. Tampoco sospechaban de lo que les esperaba tiempo después.

Para ese entonces tú y yo éramos los mismos -en esencia, quiero decir- pero no nos conocíamos, así como mucha gente no conocía a otra. Aquella viuda no había visto el rostro de los asaltantes que mataron a su esposo, la señora de edad avanzada que vivía cerca del parque que alguna vez buscamos y no encontramos, no había llorado al ver y tocar por última vez el rostro de su nieto. Los ojos de los más jóvenes comenzaban a llenarse de muerte poco a poco, muchos no resistieron más allá de un par de noches; otros preferían cortar sus muñecas antes de enfrentar algo que desconocíamos pero sentíamos más presente que nuestra vida.

Tú estabas con noséquiénes y yo terminaba con nosécuáles. Algo nos conectaba de alguna manera.

A veces me gusta pensar que nos encontramos antes de conocernos en algún punto de nuestra vida, que estuvimos en un mismo lugar sin siquiera mirarnos, iluso uno del otro; como dos gotas de lluvia que escurren por una ventana y coinciden en un momento sin esperarlo, para continuar juntos. Por eso la primera vez en que te vi a los ojos juré que te había sentido cerca antes. Y créeme, no lo hice por impresionarte porque de eso no supiste hasta mucho después…